viernes, 18 de mayo de 2012

Resumenes Capítulos 9,10 y 11


Capítulo 9

Secretos positivos de la salud y de la energía.

Dios quiere que usted disfrute de lo mejor de la vida durante toda su vida. Quiere que sienta gloriosamente vivo, física, mental y espiritualmente. No le dará consejos sobre régimen alimenticio ni ejercicios físicos, ni mucho menos indicaciones médicas puesto que yo no soy doctor en medicina. Siempre he enseñado que la fe es un camino importante para una vida buena y sana. El factor de la Fe debe emplearse conjuntamente con la medicina moderna. Vivimos en un mundo material, y naturalmente el mundo material es importante. Pero también vivimos en un mundo mental y espiritual, que es más importante aún. Permítanme contarles el caso de una mujer cuya vida cambió por completo. Un día de primavera, inmediatamente después de esta experiencia mental y espiritual, caminaba por una tranquila calle bordeada de árboles, en compañía de su marido. Súbitamente dijo en alta voz: “Afirmo que la fuerza vital de Dios todopoderoso, mi Creador, me está re-creando. Esta poderosa fuerza de vida surge en mi mente, en mi corazón, en mi sangre, en todo mí ser. Salud, energía, vitalidad y nueva vida se están renovando en mí lo mismo que en los árboles, la hierba y las flores”. El versículo de la tercera epístola de San Juan relaciona la salud del cuerpo con la salud del alma. Jesucristo nos enseñó a pedirle a Dios que nos libre del mal. Cuando con sinceridad pedimos perdón, renacemos y somos renovados – creados de nuevo en mente y alma según el proceso que se describe en Salmos 103:2-5. Alcanzar salud y energía es básicamente un proceso espiritual. La vida espiritual estimula la vitalidad no solamente de la mente y del alma sino también del cuerpo. Hace muchos siglos Platón escribió: “No debemos tratar de curar el cuerpo sin curar la mente”. La felicidad, la prosperidad y el éxito en la vida dependen realmente de que sepamos escoger, a fin de ganar. Por fortuna para usted, como persona inteligente, estudiosa de la naturaleza humana, puede utilizar las fuerzas positivas para mantener el cuerpo sano y rechazar todas las fuerzas negativas. ¿Quiere usted saber el verdadero secreto de la salud y la energía? - Desde luego que sí – contestó con fervor. Está en libro de Isaías, capítulo cuarenta, versículo treinta y uno: Más los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas; se remontarán como águilas; correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán. Para los que no están muy seguros de lo que significa “esperar en el Señor”, Él mismo ha dado reglas y guías tan claras que cualquiera las puede entender. La biblia está al alcance de todos; lo único que tenemos que hacer es abrirla, leerla, creer en ella y practicarla. Es importante recordad que Dios no solamente creó sino que constantemente nos está re-creando. La fuerza vital que llevamos dentro está operando siempre en un proceso de reconstrucción, haciendo que todos los órganos funcionen en perfecta armonía con las leyes divinas. La Biblia habla del señor  como de aquél que cura todas nuestras enfermedades. No piense nunca que usted esta viejo, cansado, enfermo o descorazonado. Nunca piense que está derrotado. Levántese física, mental y espiritualmente, llenando su mente de esperanza. La fe sincera tiene un profundo valor curativo.  La clase y calidad de nuestros pensamientos pueden dar por resultado  una vida más larga. Que la salud, la felicidad y la paz de Dios sea con usted, ahora y siempre.



Capitulo 10

¿Cómo ser un pensador?

Parece que algunos son por naturaleza pensadores positivos, en tanto que otros aprenden a serlo mediante rudo esfuerzo. A mí me parece que tiene mucho de verdad la teoría de que todos nacemos como pensadores positivos; por lo menos yo no recuerdo haber visto nunca un bebé negativo, como no sea tal vez alguno que esté muy enfermo. Los seres humanos, hechos a imagen del Creador, y dotados de sus características, son por naturaleza creativos porque Él es positivo y tiene una asombrosa confianza en sus criaturas, puesto que les concede el derecho y privilegio de elegir. La máxima prioridad para convertirse en una persona positiva es la voluntad. Es necesario que usted quiera ser una persona positiva con tanta vehemencia que se resuelva a empezar inmediatamente el proceso de cambiar su modo de ser. Y yo le puedo asegurar que si cree que puede cambiar de negativo a positivo, cambiará. Como ya lo he dicho, la máxima prioridad es la voluntad, pero aun eso no basta. Se necesita intensidad del deseo. Para ser un pensador positivo, usted tiene que querer serlo, no a medias y melancólicamente, sino con toda la fuerza del deseo  de que usted sea capaz. Frente a un problema difícil dice: “Ya sé que es difícil, pero hay remedio”, y agrega: “Lo que es imposible para los hombres, posible es para Dios” (S. Lucas 18:27), o bien “Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece” (Fil. 4:13). Y después ¿qué hace el pensador positivo? Sencillamente, sigue adelante y alcanza sus metas. Ciertamente, el pensamiento positivo no es, como lo afirman algunos negativistas, un concepto ingenuo  o sensiblero, ni es tampoco una filosofía fácil y alejada de la realidad. Por el contrario, el pensamiento positivo es para personas fuertes: fuertes en la fe, fuertes en el pensamiento, fuertes de carácter. Y si ya no lo son cuando adoptan el pensamiento positivo, el esfuerzo por llegar a ser positivas les da fortaleza. El pensamiento positivo es todo lo contrario del pensamiento negativo. El negativista es un descreído mientras que le positivista es un creyente; el uno está lleno de dudas sobre sí mismo, el otro lleno de confianza en sí mismo. El uno se da por vencido cuando se encuentra con una dificultad; el otro se pone a la altura de las circunstancias cuando las cosas marchan mal. En resumen, el pensador negativo tiende a ver, y por tanto a producir, fracasos. El pensador positivo imagina lo posible y atrae el éxito hacia sí mismo y hacia sus proyectos. Uno puede llegar a ser un pensador positivo no solamente teniendo un deseo intenso y readistrando el proceso de pensamiento, sino también aprendiendo una nueva manera de hablar. En este proceso de transformación, lo que usted diga a diario en la conversación normal ejerce en la actitud total una influencia más poderosa de lo que podría considerarse posible. Si su lenguaje corriente está lleno de observaciones negativas, eso indica que sus pensamientos están negativamente condicionados. Por el contrario, cuando al hablar se expresan muchos conceptos positivos, eso indica claramente que usted se está esforzando en busca de una transformación mental, tratando de pasar de una actitud mental negativa a una positiva. Transformarse en pensador positivo cuando uno ha sido negativo, es esencialmente un proceso educativo. Y en esta experiencia de aprendizaje desempeñan importante papel pensar, escuchar, hablar y crecer, sobre todo espiritualmente. Lo cierto es que un individuo puede ser lo que quiera ser, siempre que sepa qué es lo que quiere, lo desee con intensidad y utilice todas las fuerzas de la mente y el espíritu que tiene dentro de sí. El sabio método con que dios convierte  a los pensadores negativos en positivos y a las personas malas en buenas suele ser un proceso más lento de evolución; pero por cualquier medio que opere, una cosa en cierta: si uno no puede por sí mismo  efectuar un cambio de personalidad, Dios está siempre dispuesto a ayudarle si se le pide ayuda.



Capitulo 11

Al fin la felicidad

Sería difícil imaginar a una persona más descorazonada y sin esperanzas que Ken Butterfield cuando deambulaba por la Segunda Avenida, aquella triste mañana de febrero. Se había desayunado frugalmente con café y tostadas en un cafetín pocas cuadras atrás, y tenía en el bolsillo exactamente siete resobados billetes de a dólar. El padre, al morir, le dejó unos cuarenta mil dólares; y, no habiendo dispuesto antes de una suma tan grande, Ken la malbarató, primero en salones elegantes y después en tabernas infelices. Con este estímulo , me relató  en pocas palabras su vida y terminó diciendo: Yo no sirvo para nada; soy un completo fracaso. No valgo nada. Le observé que durante nuestra conversación él solo había hablado de aspectos negativos. Era soltero y había sido subgerente de una tienda, pero se dio mucho a la bebida y perdió el empleo, que era bueno y le ofrecía oportunidades de progreso. ¿Por qué fui tan torpe de malbaratar  los cuarenta mil dólares que mi pobre papá se mató por ahorrar? - ¡Ah! – le dije – hasta las personas inteligentes hacen tonterías. Pero usted  por lo menos tiene el talento de reconocer que cometió una torpeza. No piense más en el fracaso. A usted lo vamos a organizar, empezando inmediatamente. Dele gracias a Dios constantemente por lo que está haciendo por usted. Encontró empleo como dependiente en un restaurante pequeño, y puso en juego para desempeñarlo todas sus capacidades, que no eran pocas. El mismo proceso  de pensamiento que tuvo tan felices resultados en la vida de Ken Butterfield  puede operar  en igual forma en la vida de cualquier hombre o mujer. En algunos casos la misma persona tiene la facultad de crear el tiempo oportuno. Si de cambio se trata, éste tiene que ser correcto, sensato, y estar dentro del terreno posible. Los pasos son sencillos: pare, piense, visualice, rece. Si todos los elementos son positivos, el individuo puede escoger el tiempo mediante el control dominante. He descubierto que muchas personas hacen cosas, y las hacen bien, pero en el fondo de su corazón preferirían hacer otra cosa distinta. De tiempo en tiempo nos sorprende alguna persona que ha tenido mucho éxito y de pronto resuelve cambiar de carrera en sus años maduros, y logra también gran éxito en otra profesión.  Pienso que cada uno tiene derecho de encontrar su verdadero ser en esta vida. Si usted ha manejado una botica durante muchos años pero siempre había querido ser músico, pongo por caso, ¿por qué no cambiar de rumbo o ensayar? O si ha sido músico pero prefiere la droguería, tiene derecho de realizar su ambición y encontrarse a sí mismo. Es importante amar lo que uno hace, tenerle cariño al oficio, porque entonces uno da más de sí mismo; y cuando más dé uno di sí, más le devolverá la vida. Alguien ha dicho: “Ama la vida y la vida te amará”. Así, pues, seamos amigos. He llegado a la conclusión  de que la bondad recibida y la bondad dada son factores básicos de la felicidad que se consigue. Puesto que, según parece, ayudar a los demás produce un sentimiento de alegría, de ahí se sigue que uno puede aumentar su felicidad simplemente aumentado el número de veces que realiza un acto de bondad. Descubrirá usted que la felicidad es su estado de ánimo dominante si puede multiplicar sus actos de bondad. Tiene suerte la persona que haga este descubrimiento. Con mucha frecuencia  la felicidad huye de los que están emotivamente desorganizados o llenos de angustia. La angustia es una idea oscura, más que todo irracional y a veces aterradora, de que algo espantoso va a ocurrir. Cuando se alimenta durante largo tiempo, descolora el proceso del pensamiento hasta el extremo de que imposibilita el desarrollo de la felicidad; y es un sentimiento tan común en la actualidad, que  un distinguido la llama “la gran plaga moderna”. Una persona puede temer algo  con tanta fuerza, que su mismo miedo crea  las situaciones que teme, o produce un resultado análogo. La actitud tiene tanto que ver con que seamos o no seamos felices, que en todos mis libros he recalcado el pensamiento positivo. “La voluntad de Dios no es solamente que seamos felices, sino que nos hagamos nosotros mismos felices”.


WILDER AROLDO CLEMENTE   
CARNÉ  0219-03-6716

2 comentarios:

  1. Me parce fantástica la forma en que las cosas malas las convierten en positiva, al final pués de todos los errores que cometemos aprendemos algo, aunque éste error nos cueste algo en la vida.

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