Capítulo 9
Secretos
positivos de la salud y de la energía.
Dios quiere que usted disfrute de
lo mejor de la vida durante toda su vida. Quiere que sienta gloriosamente vivo,
física, mental y espiritualmente. No le dará consejos sobre régimen alimenticio
ni ejercicios físicos, ni mucho menos indicaciones médicas puesto que yo no soy
doctor en medicina. Siempre he enseñado que la fe es un camino importante para
una vida buena y sana. El factor de la Fe debe emplearse conjuntamente con la
medicina moderna. Vivimos en un mundo material, y naturalmente el mundo
material es importante. Pero también vivimos en un mundo mental y espiritual,
que es más importante aún. Permítanme contarles el caso de una mujer cuya vida
cambió por completo. Un día de primavera, inmediatamente después de esta
experiencia mental y espiritual, caminaba por una tranquila calle bordeada de
árboles, en compañía de su marido. Súbitamente dijo en alta voz: “Afirmo que la
fuerza vital de Dios todopoderoso, mi Creador, me está re-creando. Esta
poderosa fuerza de vida surge en mi mente, en mi corazón, en mi sangre, en todo
mí ser. Salud, energía, vitalidad y nueva vida se están renovando en mí lo
mismo que en los árboles, la hierba y las flores”. El versículo de la tercera
epístola de San Juan relaciona la salud del cuerpo con la salud del alma.
Jesucristo nos enseñó a pedirle a Dios que nos libre del mal. Cuando con
sinceridad pedimos perdón, renacemos y somos renovados – creados de nuevo en
mente y alma según el proceso que se describe en Salmos 103:2-5. Alcanzar salud
y energía es básicamente un proceso espiritual. La vida espiritual estimula la
vitalidad no solamente de la mente y del alma sino también del cuerpo. Hace
muchos siglos Platón escribió: “No debemos tratar de curar el cuerpo sin curar
la mente”. La felicidad, la prosperidad y el éxito en la vida dependen
realmente de que sepamos escoger, a fin de ganar. Por fortuna para usted, como
persona inteligente, estudiosa de la naturaleza humana, puede utilizar las
fuerzas positivas para mantener el cuerpo sano y rechazar todas las fuerzas
negativas. ¿Quiere usted saber el verdadero secreto de la salud y la energía? -
Desde luego que sí – contestó con fervor. Está en libro de Isaías, capítulo
cuarenta, versículo treinta y uno: Más los que esperan en el Señor tendrán
nuevas fuerzas; se remontarán como águilas; correrán y no se cansarán;
caminarán y no se fatigarán. Para los que no están muy seguros de lo que
significa “esperar en el Señor”, Él mismo ha dado reglas y guías tan claras que
cualquiera las puede entender. La biblia está al alcance de todos; lo único que
tenemos que hacer es abrirla, leerla, creer en ella y practicarla. Es
importante recordad que Dios no solamente creó sino que constantemente nos está
re-creando. La fuerza vital que llevamos dentro está operando siempre en un
proceso de reconstrucción, haciendo que todos los órganos funcionen en perfecta
armonía con las leyes divinas. La Biblia habla del señor como de aquél que cura todas nuestras
enfermedades. No piense nunca que usted esta viejo, cansado, enfermo o
descorazonado. Nunca piense que está derrotado. Levántese física, mental y
espiritualmente, llenando su mente de esperanza. La fe sincera tiene un
profundo valor curativo. La clase y
calidad de nuestros pensamientos pueden dar por resultado una vida más larga. Que la salud, la felicidad
y la paz de Dios sea con usted, ahora y siempre.
Capitulo 10
¿Cómo
ser un pensador?
Parece que algunos son por
naturaleza pensadores positivos, en tanto que otros aprenden a serlo mediante
rudo esfuerzo. A mí me parece que tiene mucho de verdad la teoría de que todos
nacemos como pensadores positivos; por lo menos yo no recuerdo haber visto
nunca un bebé negativo, como no sea tal vez alguno que esté muy enfermo. Los
seres humanos, hechos a imagen del Creador, y dotados de sus características,
son por naturaleza creativos porque Él es positivo y tiene una asombrosa
confianza en sus criaturas, puesto que les concede el derecho y privilegio de
elegir. La máxima prioridad para convertirse en una persona positiva es la
voluntad. Es necesario que usted quiera ser una persona positiva con tanta
vehemencia que se resuelva a empezar inmediatamente el proceso de cambiar su
modo de ser. Y yo le puedo asegurar que si cree que puede cambiar de negativo a
positivo, cambiará. Como ya lo he dicho, la máxima prioridad es la voluntad,
pero aun eso no basta. Se necesita intensidad del deseo. Para ser un pensador
positivo, usted tiene que querer serlo, no a medias y melancólicamente, sino
con toda la fuerza del deseo de que
usted sea capaz. Frente a un problema difícil dice: “Ya sé que es difícil, pero
hay remedio”, y agrega: “Lo que es imposible para los hombres, posible es para
Dios” (S. Lucas 18:27), o bien “Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece”
(Fil. 4:13). Y después ¿qué hace el pensador positivo? Sencillamente, sigue
adelante y alcanza sus metas. Ciertamente, el pensamiento positivo no es, como
lo afirman algunos negativistas, un concepto ingenuo o sensiblero, ni es tampoco una filosofía
fácil y alejada de la realidad. Por el contrario, el pensamiento positivo es
para personas fuertes: fuertes en la fe, fuertes en el pensamiento, fuertes de
carácter. Y si ya no lo son cuando adoptan el pensamiento positivo, el esfuerzo
por llegar a ser positivas les da fortaleza. El pensamiento positivo es todo lo
contrario del pensamiento negativo. El negativista es un descreído mientras que
le positivista es un creyente; el uno está lleno de dudas sobre sí mismo, el
otro lleno de confianza en sí mismo. El uno se da por vencido cuando se
encuentra con una dificultad; el otro se pone a la altura de las circunstancias
cuando las cosas marchan mal. En resumen, el pensador negativo tiende a ver, y
por tanto a producir, fracasos. El pensador positivo imagina lo posible y atrae
el éxito hacia sí mismo y hacia sus proyectos. Uno puede llegar a ser un
pensador positivo no solamente teniendo un deseo intenso y readistrando el
proceso de pensamiento, sino también aprendiendo una nueva manera de hablar. En
este proceso de transformación, lo que usted diga a diario en la conversación
normal ejerce en la actitud total una influencia más poderosa de lo que podría
considerarse posible. Si su lenguaje corriente está lleno de observaciones negativas,
eso indica que sus pensamientos están negativamente condicionados. Por el
contrario, cuando al hablar se expresan muchos conceptos positivos, eso indica
claramente que usted se está esforzando en busca de una transformación mental,
tratando de pasar de una actitud mental negativa a una positiva. Transformarse
en pensador positivo cuando uno ha sido negativo, es esencialmente un proceso
educativo. Y en esta experiencia de aprendizaje desempeñan importante papel
pensar, escuchar, hablar y crecer, sobre todo espiritualmente. Lo cierto es que
un individuo puede ser lo que quiera ser, siempre que sepa qué es lo que
quiere, lo desee con intensidad y utilice todas las fuerzas de la mente y el
espíritu que tiene dentro de sí. El sabio método con que dios convierte a los pensadores negativos en positivos y a
las personas malas en buenas suele ser un proceso más lento de evolución; pero
por cualquier medio que opere, una cosa en cierta: si uno no puede por sí
mismo efectuar un cambio de
personalidad, Dios está siempre dispuesto a ayudarle si se le pide ayuda.
Capitulo 11
Al
fin la felicidad
Sería difícil imaginar a una
persona más descorazonada y sin esperanzas que Ken Butterfield cuando
deambulaba por la Segunda Avenida, aquella triste mañana de febrero. Se había
desayunado frugalmente con café y tostadas en un cafetín pocas cuadras atrás, y
tenía en el bolsillo exactamente siete resobados billetes de a dólar. El padre,
al morir, le dejó unos cuarenta mil dólares; y, no habiendo dispuesto antes de
una suma tan grande, Ken la malbarató, primero en salones elegantes y después
en tabernas infelices. Con este estímulo , me relató en pocas palabras su vida y terminó diciendo:
Yo no sirvo para nada; soy un completo fracaso. No valgo nada. Le observé que
durante nuestra conversación él solo había hablado de aspectos negativos. Era
soltero y había sido subgerente de una tienda, pero se dio mucho a la bebida y
perdió el empleo, que era bueno y le ofrecía oportunidades de progreso. ¿Por
qué fui tan torpe de malbaratar los
cuarenta mil dólares que mi pobre papá se mató por ahorrar? - ¡Ah! – le dije –
hasta las personas inteligentes hacen tonterías. Pero usted por lo menos tiene el talento de reconocer
que cometió una torpeza. No piense más en el fracaso. A usted lo vamos a
organizar, empezando inmediatamente. Dele gracias a Dios constantemente por lo
que está haciendo por usted. Encontró empleo como dependiente en un restaurante
pequeño, y puso en juego para desempeñarlo todas sus capacidades, que no eran pocas.
El mismo proceso de pensamiento que tuvo
tan felices resultados en la vida de Ken Butterfield puede operar
en igual forma en la vida de cualquier hombre o mujer. En algunos casos
la misma persona tiene la facultad de crear el tiempo oportuno. Si de cambio se
trata, éste tiene que ser correcto, sensato, y estar dentro del terreno
posible. Los pasos son sencillos: pare, piense, visualice, rece. Si todos los
elementos son positivos, el individuo puede escoger el tiempo mediante el
control dominante. He descubierto que muchas personas hacen cosas, y las hacen
bien, pero en el fondo de su corazón preferirían hacer otra cosa distinta. De
tiempo en tiempo nos sorprende alguna persona que ha tenido mucho éxito y de
pronto resuelve cambiar de carrera en sus años maduros, y logra también gran
éxito en otra profesión. Pienso que cada
uno tiene derecho de encontrar su verdadero ser en esta vida. Si usted ha
manejado una botica durante muchos años pero siempre había querido ser músico,
pongo por caso, ¿por qué no cambiar de rumbo o ensayar? O si ha sido músico
pero prefiere la droguería, tiene derecho de realizar su ambición y encontrarse
a sí mismo. Es importante amar lo que uno hace, tenerle cariño al oficio,
porque entonces uno da más de sí mismo; y cuando más dé uno di sí, más le devolverá
la vida. Alguien ha dicho: “Ama la vida y la vida te amará”. Así, pues, seamos
amigos. He llegado a la conclusión de
que la bondad recibida y la bondad dada son factores básicos de la felicidad
que se consigue. Puesto que, según parece, ayudar a los demás produce un
sentimiento de alegría, de ahí se sigue que uno puede aumentar su felicidad
simplemente aumentado el número de veces que realiza un acto de bondad.
Descubrirá usted que la felicidad es su estado de ánimo dominante si puede multiplicar
sus actos de bondad. Tiene suerte la persona que haga este descubrimiento. Con
mucha frecuencia la felicidad huye de
los que están emotivamente desorganizados o llenos de angustia. La angustia es
una idea oscura, más que todo irracional y a veces aterradora, de que algo
espantoso va a ocurrir. Cuando se alimenta durante largo tiempo, descolora el
proceso del pensamiento hasta el extremo de que imposibilita el desarrollo de
la felicidad; y es un sentimiento tan común en la actualidad, que un distinguido la llama “la gran plaga
moderna”. Una persona puede temer algo
con tanta fuerza, que su mismo miedo crea las situaciones que teme, o produce un
resultado análogo. La actitud tiene tanto que ver con que seamos o no seamos
felices, que en todos mis libros he recalcado el pensamiento positivo. “La
voluntad de Dios no es solamente que seamos felices, sino que nos hagamos
nosotros mismos felices”.
WILDER AROLDO CLEMENTE
CARNÉ 0219-03-6716